La fibromialgia (FM) es un término acuñado en 1976 (del latín fibra, fibra, que se refiere al tejido conjuntivo del griego mio, músculo y algia, dolor) que se refiere a un grupo de síntomas y trastornos músculo esqueléticos poco entendidos, que se caracteriza fundamentalmente por dolor persistente, fatiga extrema, rigidez de intensidad variable de los músculos, tendones y tejido blando circundante, y un amplio rango de otros síntomas psicológicos, como dificultades para dormir, rigidez matutina, dolores de cabeza y problemas con el pensamiento y la memoria, algunas veces llamados «lagunas mentales», que suelen impedir el funcionamiento rutinario del sujeto (Wikipedia)
He descubierto que tenía fibromialgia hace 7 años. Después de peregrinar por 5 años, por varios médicos y no saber el motivo de mis dolores, vi un reportaje que describía los 18 puntos gatillo de la fibromialgia, inmediatamente me identifiqué con dichos síntomas, busqué en internet los 18 puntos gatillo y tenía los 11 que caracteriza la Fibromialgia . Bueno, lo difícil sería encontrar un médico que supiera y aceptara que una paciente le trajera su diagnóstico investigado por su cuenta. Por eso, le pedí a Dios que me orientara a encontrar un médico así.
Lo encontré y además de hacer las pruebas que son excluyentes (se debe excluir otras enfermedades reumáticas) él se mostró muy interesado en aliviar mis constantes dolores y cansancio. Iniciamos el tratamiento y tuvimos que intentar varios hasta que encontramos un término medio. O sea, entendí que tendría que aceptar que viviría el resto de mi vida con algún dolor. Lo que no había entendido es que nunca debería parar el tratamiento y que muchas veces volvería a tener crisis con mucho dolor.
La verdad es que aun con todo eso, Dios me ha permitido realizaciones profesionales que antes no había podido tenerlas y lo mejor es que tengo un marido amable que siempre me apoya en todo.
Al día de hoy intento me convencer que hay un antes y un después de la fibromialgia y que tengo que levantarme a pesar de sentir un cansancio como que se me aplastara, y moverme, ejercitarme cuando lo único al que tengo ganas es quedarme en la cama y os digo esto con los ojos empañados por las lágrimas.
Por eso, a cada día le hablo a Dios sobre mis dolores y decepciones y le pido fuerzas para vivir feliz cada día y disfrutar de los buenos momentos en familia, con los amigos, porque sé que mi Redentor vive y me cuida y a mis familiares cada día.
Dice Jesús: “Y os aseguro que estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo” Evangelio de San Mateo 28: 20. En este versículo Jesús nos consuela y nos invita a seguir adelante con Él.
Oi,
ResponderEliminarCom Ele é mais fácil né! Que encontres sempre o manancial no vale árido. (Salmo 84.6)
E o tradutor? Não deu certo?