Esta historia es muy conocida, se encuentra en Evangelio de San Lucas 10:38-41.
Veamos: Jesús visita a Marta y a María
38 Mientras
iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada
Marta lo recibió en su casa.
39 Tenía
ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo
que él decía.
40 Marta, por
su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a
él y le dijo: -Señor, ¿no te importas que mi hermana me haya dejado sirviendo
sola? ¡Dile que me ayude!
41 Marta, Marta – le contestó Jesús – estás inquieta y preocupada por muchas
cosas,
42 pero sólo
una es necesaria. María ha escogido la mejor, u nadie se la quitará.
En este texto dice que la casa era de Marta, y sabemos que además de María tenía a Lázaro
como hermano. Marta era quién llevaba el tema de los quehaceres doméstico. Se
encargaba de que todo estuviera en su sitio, que la comida
saliera a su tiempo, o sea, tenía todo bajo control. Su hermana. María su
hermana era la menor y como es común, la sobreprotegía como también muchas veces lo
hacemos con nuestros hijos no respetando su individualidad y su autonomía.
Porque cuando los protegemos demasiado, pasamos un mensaje a nuestros hijos: - ¡No
sois capaces!
La verdad es que Marta estaba abrumada, y se parecía mucho a nosotras puesto que en su cabeza estaba siempre tentando ordenar
las cosas, le parecía claro que su hermana debía ver los carrachos sucios, la mesa por arreglar, los
pies del invitado por lavar y todo lo que conlleva hospedar… Pero María estaba
en otro mundo, no se daba cuenta de nada de eso, estaba encantada en disfrutar un tiempo en
presencia del Maestro Jesús, ¡cómo le encantaba escuchar sus enseñanzas!
Marta no decía claramente las cosas, pensaba
que María debería ayudarla, pero no le ha dicho a su hermana: -María ayúdame porfa,
lávale los pies al Maestro, pon la mesa y etc…
Marta esperaba a que María le
ayudara y por eso se quedó enfadada
echando bronca hasta en Jesús cuándo dijo: - Señor, ¿no te importa que mi hermana
me haya dejado sola? Lc 11:40
No nos gusta mucho la repuesta de
Jesús, cuando dijo: - Marta, Marta, estas inquieta y preocupada por muchas
cosas, pero una sola es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se
quitará, Lc 11:41 y 42
O sea, muchas veces damos más
importancia a las cosas que a las personas. Lo mejor era pasar tiempo con
Jesús, él iba estar poco tiempo aquí en la tierra, y ha ido no para probar todas
las exquisiteces que Marta sabía hacer,
mas fue porque las amaba y quería dedicarles su tiempo!
Lógicamente que Marta podría
hacerle algo más fácil, como una tortilla, o como hoy podemos hacer sacar un
congelado que había preparado anteriormente, o hacerle un plato único y no
afanarse por ofrecerle varios platos…
¡Señor ayúdanos a dedicar tiempo a
ti, no si me sobra tiempo o ganas, y sí por tener mucho que hacer y tú puede
ayudarme a ver las verdaderas prioridades!
RECETA PARA INVITADOS
Ingredientes:
500 g de filetes de pavo
1 cucharada de orégano deshidratado
1 cucharada de albahaca deshidratado
1 cucharada de tomillo deshidratado
2 cucharadas de harina de trigo
Pimienta molida a gusto (popurrí de pimientas)
Sal a gusto
Aceite para freír
Modo de hacer:
Mezclar las especies con la harina. Pon una sartén en el fuego y eche
una fina camada de aceite hasta que cubra el fondo. Corte el pavo en filetitos
y pase por la mezcla a medida en que los vaya friendo poco a poco. Escurrirlos
en papel de cocina y servir con ensalada de berros, mango y granada. Aliñe a
gusto.
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